Hace un año (2018) habíamos planificado un viaje a Montecristi para visitar los Cayos 7 Hermanos y fotografiar tres especies que para muchos de los que íbamos eran lifers (Cervera, Charrán Monja y Charrán Oscuro), es decir, especies que nunca habíamos visto o fotografiado. Para mí eran 4 especies pues también me faltaba el caracolero. Era un viaje muy especial pues por años lo habíamos programado y varias voces agoreras nos decían lo difícil que sería hacerlo. Pareciera que se necesitaba un decreto presidencial para lograrlo. Desafortunadamente, ese viaje tuvimos que suspenderlo pues nuestro amigo el cardiólogo intervencionista José Miguel Pantaleón (Cimarrón Mayor) por ironías del destino sufrió un accidente coronario. Antes de ese evento le había salvado la vida a miles de personas, era una ironía del destino que justamente eso nos planteara una nueva espera.
Exactamente un año después, con nuestro amigo totalmente restablecido retomamos el viaje específicamente a Cayo Tuna (también conocido como Cayo Ratas, que irónicamente y para bien, en la actualidad es el único que carece de estos roedores) y no pudo ser más productivo. Lo que viví en los días que compartimos fue una maravilla de camaradería y contacto con la naturaleza, un derroche de luz, aún en plena tormenta de arena de Polvo del Sahara, que en algunas tomas hasta nos convino. Como elemento triste, encontramos algunos huevos de charranes recogidos y dispersos en el suelo, lo que indicaba una depredación de huevos reciente.
La reflexión final de este viaje tiene que ver con saber esperar. Si la condición de nuestro hermano Panta se hubiese manifestado en pleno océano a una hora de difícil regreso en bote, tal vez esta historia no estuviéramos contándola. La paciencia es uno de los dones más bellos. Cada cosa tiene su momento, y en esos cuatro días, vivimos el nuestro!
Nota: Si les gusta la gastronomía, no dejen de comerse un asopao de Camarones en el Club Náutico. Pídanlo en la mañana para que se lo den en la noche, con camarones chiquitos para el sabor y camarones jumbo para la masa crocante.
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